viernes, 18 de mayo de 2012

EL PLAN COSMICO


En Busca de un Planeta Ur

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene alrededor de cuatrocientos mil millones de estrellas o de soles como el nuestro. Hay estrellas azules, estrellas rojas, amarillas, o blancas. Estos colores dependen de su antigüedad y de su composición. La mayoría de los sistemas son binarios y trinarios, o sea, la mayoría de los sistemas solares no tienen una sola estrella como el nuestro, sino que tienen dos o tres soles. Así pues, sistemas solares como el nuestro en la Vía Láctea son aproximadamente cien mil millones y galaxias como la nuestra han sido calculadas por los astrofísicos en unas cien mil millones de galaxias. Cien mil millones de galaxias por cien mil millones de sistemas solares... pensar que solamente hubiera vida en nuestro planeta...
Nuestra galaxia no es una galaxia principal. Es una galaxia satélite. Así como nuestro planeta Tierra gira en torno al sol, todo el sistema gira en torno al centro de la galaxia. La rotación alrededor del centro de la galaxia gira cada 260 millones de años. Decíamos que nuestra galaxia es una galaxia satélite, que gira junto con otras siete más en torno a una galaxia principal que es la M31 o más conocida por todos, como Andrómeda, que se encuentra a dos millones de años luz de distancia de nosotros (Un año luz son 9614 billones de kilómetros). Científicamente, los astrónomos involucran un grupo de 20 galaxias aproximadamente en torno a Andrómeda como parte del llamado "Grupo Local". Sin embargo, lo extraterrestres tienen en cuenta ocho galaxias en torno a Andrómeda para definir el sector estelar que compromete el desarrollo del Plan Cósmico.
Fue precisamente este grupo local el seleccionado para llevar a cabo el proyecto donde surgiría una humanidad en un tiempo diferente, en un tiempo desfasado, una humanidad con un potencial psíquico capaz de abrir puertas hacia otras dimensiones; una humanidad con un potencial de Amor y de Fe que le permitiera abrir la puerta hacia el plano de la Conciencia de la Esencia o Espiritual y que sirviera como un puente de comunicación entre el Universo Material y el Universo Espiritual, todo ello representado en la estrella de seis puntas, que simboliza que así como es arriba, así es abajo; la síntesis entre lo espiritual y lo materia.

Mundos de un aura azul

 Seleccionaron a ocho planetas de categoría UR que sólo se presentan en los sistemas solares de una sola estrella. La Tierra es un planeta UR. Esto significa que son planetas inestables, sensibles, que su misma inestabilidad hace que los seres que vivimos en él, seamos tan inestables como el planeta mismo, pero también si nosotros logramos estabilizarnos o equilibramos, podemos equilibrar y armonizar al planeta. Entonces, la Tierra es un planeta UR de aura azul; un planeta inestable pero con un potencial para un desarrollo superior que permite una variedad de vida, de mega flora y de fauna inigualable. En otras palabras, la Tierra era uno de los ocho escenarios para que creciera una humanidad corregida y mejorada de los autores. En La Biblia, en los Salmos, se afirma: "porque el Hombre fue creado poco menos que un ángel para sentarse al lado de Dios", cosa que a los ángeles no les resulta tan fácil lograr antes que lo consiga el Hombre.
Entonces, en este Grupo Local, cuatro de las nueve galaxias fueron seleccionadas. Dos planetas de cada una de esas cuatro galaxias. A esas galaxias llegaron seres de este Universo Material y de alto grado de evolución para llevar a cabo la propuesta emanada del Universo Mental.
Desde el momento en que el planeta estaba en enfriamiento ya venían los seres extraterrestres, por cuanto el tiempo para ellos no está pasando de igual manera que para nosotros. Para nosotros, pasan cientos de años, y para ellos fue "el año pasado". Estarían presentes en la Era Primaria, en la Era Arcaica, en la Era Secundaria, cuando la Tierra tenía una corteza muy frágil y se hallaba en pleno desarrollo. Pero, ¿quiénes eran aquellos visitantes? ¿Cómo estaban organizados? ¿Quién les dirigía?

                                                                            

EL PLAN COSMICO



El Concilio de los Hellel


Una vez los ultraterrestres reunidos en el "concilio", uno de ellos, el legendario Lucifer, Lug o Luzbel, planteó que el problema era haberle dado demasiada información, haber facilitado demasiado el acceso al conocimiento en muy poco tiempo a civilizaciones del Universo Material.
El error había sido precisamente que se les había instruido de acuerdo a la mentalidad de estos seres del Universo Mental. O sea, muy mentales, lo cual hizo que ninguna civilización alcanzara la séptima dimensión de la conciencia. El séptimo vehículo que todos tenemos es la Esencia. Entonces, para llegar a tener contacto con la Esencia, con el plano de la conciencia espiritual, se tendría que acceder a través de una actitud muy espiritual que no la habían podido enseñar los seres del Universo Mental por ser muy mentales. Mas bien es todo lo contrario. Ellos tienen que aprenderlo de nosotros, porque no hay nadie por muy sabio que sea que no tenga algo que aprender, y nadie por muy humilde que sea que no tenga algo que enseñar.
Haber recibido directamente el conocimiento, abundante información, volvió a ciertas civilizaciones del Universo Material, como los oriones, muy apegados al avance tecnológico y filosófico que habían conseguido, al punto de volverse agresivos y violentos si se sentían amenazados, tanto ellos como sus principios o sus logros científicos ; este excesivo celo, sería más tarde el caldo de cultivo para que se generasen violentos enfrentamientos estelares o batallas cósmicas extraterrestres.

El proyecto de Libre Albedrío

Sobre la base de todo esto, y ahora en marcha el proyecto de crear una humanidad nueva que por mérito propio pudiese alcanzar lo que sus hermanos mayores no consiguieron, el Concilio de los Helell pensó que sería oportuno colocar un grupo de entidades mentales en el universo material que actuaran como entidades disociadoras, dificultando al máximo el acceso a información. Estas entidades, llamadas "demonios", tendrían esto como función; no eran ni buenas ni malas. Solamente vendrían a fastidiar la vida, a complicar las cosas y a mayor complicación, habría mayor esfuerzo por parte de las civilizaciones materiales y esto reestablecería la dinámica interrumpida.
No obstante, otros seres del Universo Mental consideraron que no se podían cambiar las reglas del juego el libre albedrío en discusión por ser aplicado a una "humanidad nueva" y no en las ya existentes civilizaciones extraterrestres cuando ya el partido está comenzado. Imaginemos, por ejemplo, qué pasaría si faltando quince minutos para que termine el juego, el árbitro decide que no se juegue más con arqueros porque el partido está empatado o, si a un alumno de una escuela militar que tiene una disciplina rígida, una estructura mental muy limitada, en un claustro que no es mixto, faltando un año para graduarse lo sacamos de ahí y lo mandamos a un colegio mixto, que no es internado, que no tiene nada de disciplina..., lo más probable es que naufrague.
Si se han de cambiar las reglas del juego, si se ha de experimentar buscando alternativas nuevas, se tenía que experimentar sobre civilizaciones nuevas que todavía no habían surgido o que recién habían comenzado. Eso fue lo que sugirieron otros seres del Universo Mental. A Lucifer o Luzbel no le satisfizo esta modificación o contrapropuesta porque significaba dejar de lado a sus entenados como los seres de Orión , a aquellos que habían recibido la instrucción de parte de ellos para darle la oportunidad a unos advenedizos, a civilizaciones nuevas, para que de pronto en muy poco tiempo alcanzaran niveles de evolución muy elevados que no solamente se equipararan a los alcanzados por los que ellos habían entrenado, sino, que incluso podrían superarlos, marcarles la pauta y enseñarles.

La Rebelión de Luzbel

Es cierto, cuando uno más alto está, difícilmente se cae. Pero si se cae, se cae y "aporrea" fuertemente. Así, a Lucifer no le agradó la contrapropuesta y no le agradó, de ninguna manera, que se llevara esto a cabo. Al rebelarse contra la idea, Luzbel se distanció del Plan propuesto por los otros y sin querer se convirtió en ese "demonio" que se buscaba para generar las trabas que dificultaran el acceso a la información para las nuevas civilizaciones, que se crearían como alternativa o puente de rescate para las estancadas.
Parte de este drama cósmico, sintetizado de alguna u otra manera en la rebelión de Luzbel ante la decisión del Concilio de los Helell que no compartía, llevaría a "El que porta la Luz" significado latín de "Lucifer" a influenciar a civilizaciones extraterrestres del Universo Material en contra del Plan Cósmico y, como consecuencia, en contra de la humanidad nueva que muy pronto aparecería...


                                                                       

Nos preguntamos ante esto, ¿cómo seres del Universo Mental, de una dimensión tan elevada, podrían caer en ese juego de la soberbia, de la falta de humildad?

EL PLAN COSMICO


Cronica de un Estancamiento Estelar

Entendiendo esto, pasamos a explicar que este Universo Material ha tenido muchas creaciones. Es un universo que tiene principio y por ende tendrá fin. Ahora, es un universo finito pero sin límites. Como una esfera. Las primeras civilizaciones que surgieron en esta última gran creación fueron teledirigidas, fueron guiadas por seres ultraterrestres del universo mental. Estas entidades actuaron como apoderados de estos entenados, de estos instruidos que eran los primeros en aparecer en este universo material. Estas primeras civilizaciones comenzaron a ayudar a otras que venían detrás y así sucesivamente en una larga cadena de solidaridad.
Aclaremos que los seres del universo mental, como los ángeles, no tienen una evolución como la nuestra. Su evolución no es por mérito como el caso nuestro, sino por tiempo de servicio. Como son seres que han sido creados dentro del universo mental son seres muy mentales que saben por conocimiento de adónde viene la cosa y para dónde va. O sea, no pueden desviarse ni a derecha ni a izquierda. Por así decirlo, diríamos que son seres un tanto cuadriculados o enmarcados que para evolucionar requieren que el universo material evolucione y los ayude o los promueva a alcanzar niveles superiores, como el universo espiritual.

Consecuencia de un orden mental

En un momento dado de la creación, estas civilizaciones del universo material que recibieron el apoyo de seres del universo mental, alcanzaron niveles de evolución tan elevados que no pudieron evolucionar más. Aquellos que alcanzaron la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta dimensión de la conciencia que iban ayudando a otros a pasar de tercera a cuarta, de cuarta a quinta, de pronto... se estancaron. Como dice el dicho, "partida de caballos, parada de borricos", pues empezaron muy rápido, con mucho entusiasmo, con un desarrollo muy auspicioso, pero precisamente, por haber recibido tanto en tan poco tiempo y sin mucho esfuerzo ya que siempre fueron guiados y teledirigidos, no pudieron por sí solos llegar a ser mejores de lo que eran produciendo un estancamiento en la evolución. Un estancamiento en un universo dinámico como el nuestro, en donde todo siempre está en movimiento, era algo bastante peligroso. Esto obligó a que los seres del universo mental se reunieran en una especie de concilio y trataran de discernir en qué ellos habían fallado.

                                                                     

EL PLAN COSMICO


La Estructura del Cosmos
A través de nuestra experiencia de contacto hemos aprendido que existe una cosmogonía extraterrestre, un Plan Cósmico que nos narra cómo empezó todo. Ellos dicen, a grandes rasgos, que el Cosmos está dividido en tres grandes universos, uno contenido dentro del otro. El Universo Material, el Universo Mental y el Universo Espiritual.

El Universo Material
Vivimos en un Universo Material de siete dimensiones. En dicho universo, los seres humanos tenemos siete cuerpos para actuar en estas siete dimensiones. Aparte del Cuerpo Físico, denso, material, tenemos un Cuerpo Astral que es el cuerpo de las emociones, de los deseos, unido al cuerpo físico a través de un cordón umbilical de energía, llamado el Cordón de Plata. También nos hablan que hay un tercer vehículo que es el Ego Inferior, el carácter, la personalidad. Cuando una persona muere, muere su cuerpo físico. Lo normal es que al cabo de tres días muera su cuerpo astral y su ego inferior. Todos ellos mueren con uno, y el Ser pasa a la cuarta dimensión, al Mental Superior o al ego superior. Esto es que el ser humano es como un actor de una obra de teatro que terminada la obra, se quita el maquillaje, se quita el vestuario, deja atrás la escenografía, deja atrás el guión y sale a la calle como el actor que es y no como el personaje. Qué problema sería que terminada la obra, el actor se creyera el personaje que le tocó actuar y se confundiera con él.

Dejamos al lado al personaje pero asumimos toda la experiencia acumulada en esa encarnación. Los extraterrestres hablan de las vidas sucesivas, de la reencarnación. Pero ellos no la explican como la plantean ciertas religiones orientales que dicen que una persona puede encarnar en un animal. No hay involución. Es como si a una persona le fuera mal en la secundaria o en la universidad, y lo devolvieran al jardín de infantes. Uno tendrá que repetir cuantas veces necesite el grado para pasar al nivel inmediatamente superior, más nunca será degradado de nivel. Ellos aseguran además, que el género es circunstancial. Que en algunas vidas somos hombres, en otras mujeres; vamos pasando por todas las experiencias humanas teniendo a los planetas como planos de evolución. Cuando ya nuestro nivel de evolución sea lo suficientemente elevado, no reencarnaremos en este planeta. Ellos dicen que los seres que vivimos en este mundo, en el planeta Tierra, somos seres de 3:3. Seres que estamos en una tercera dimensión física y en un tercer nivel de conciencia.

El cuarto vehículo es el Mental Superior. Este es el cuerpo de las facultades síquicas, cuerpo de la intuición. Luego viene el vehículo del Alma que es la catedral del espíritu donde se acopian las experiencias de nuestras vidas anteriores, el maestro interno, el real ser de cada uno. Un vehículo más es el Espíritu que es la conciencia acumulada y finalmente el Cuerpo de la Esencia. Siete cuerpos para actuar en las siete dimensiones del universo material.
Para activar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, existen siete centros de energía, los llamados siete chakras que se estimulan a través de la respiración.
Nosotros por medio de la respiración no solamente nos oxigenamos. También con ella nos cargamos de electrones, nos cargamos eléctricamente y esa energía de alguna manera se aloja en el sistema nervioso y emite luz. Esa luz al atravesar nuestro cuerpo, como una luz atravesando un prisma, forma una especie de arco iris de colores que no puede ser percibido a simple vista, sino con la mente. A simple vista lo que vemos es un halo. Eso es la cantidad de energía que una persona tiene. En la mañana más que en la tarde o en la noche. Pero la calidad de esa energía es lo que nosotros conocemos como El Aura. El aura es ese cuerpo bio-plasmático, cinturón electromagnético que todo ser humano tiene que forma una barrera inmunológica o campo de protección. Aprender a respirar es clave para ir activando estos centros que nos van a permitir desarrollar concientemente cada uno de estos siete vehículos.

El Universo Mental

Ahora, más allá de la Séptima Dimensión, como en la música, en una octava superior, hay un universo paralelo a este. Es el Universo Mental. Los seres que proceden de allí ya no son extraterrestres, ni terrestres, ni intraterrestes. Son Ultraterrestres. Lo que llamaríamos Angeles, Arcángeles, Tronos, Principados, Serafines, Querubines, todo este tipo de entidades pertenecen a este universo de octava, novena y décima dimensión.

Son conocidos también bajo el nombre de "Helell" o "Resplandecientes". Seres de energía pura, mental, que habrían sido los responsables de las creaciones materiales. Sobre este punto, los Guías nos han enseñado que se han dado diversas creaciones en el Universo Material como parte de una "emanación" del Universo Mental o "Eternal", por cuanto en él, el tiempo, sencillamente, no existe.

Dentro de las entidades mentales que moran en este Universo nos encontramos con los Padre Creadores responsables de la aparición de lo "Físico" en el Universo Material y los Guardianes del Destino, conocidos en el ámbito esotérico como "Los Señores del Karma", entidades que regulan el tránsito de aprendizaje de las esencias que viven en el plano material, creciendo en conocimiento y conciencia a lo largo de vidas sucesivas.

 El Unierso Espieirual

Más allá habría otro universo, entre la décimo primera y décimo segunda dimensión que ellos denominan el Universo Espiritual o Interno. Tres universos, uno contenido dentro de otro.
Para comprender esto en su relación con la vida humana, por ejemplo, los primeros tres vehículos del hombre: el Cuerpo Físico, Astral y el Mental Inferior, constituyen el plano de la conciencia material y nos conectan con el universo material. El Cuerpo Mental Superior más el del Alma y el del Espíritu constituyen el plano de la conciencia mental y nos conectan con el universo mental. El séptimo vehículo, el de la Esencia, nos conecta con el tercer universo que es el espiritual.
Por esta razón al Universo Espiritual se le llama "Interno" o "Esencial", por cuanto es el propio origen de las cosas, por llamarlo de alguna manera, ya que ni siquiera lo podemos medir o comprender, pero sí "sentir".
¿Dónde queda el concepto de Dios en todo esto? Dios, la divinidad suprema, mora en cada una de estas dimensiones o manifestaciones de Su Conciencia Cósmica, por cuanto toda la creación, forma parte de sus latidos estelares.
Esta es la visión extraterrestre del Cosmos. Y es importante conocerla para comprender la crisis que empezó a afectar al Universo Material.

                                                                                         

EL PRINCIPIO DE GENERACION

“LA GENERACIÓN EXISTE POR DOQUIER; TODO TIENE SUS PRINCIPIOS MASCULINO Y FEMENINO; LA GENERACIÓN SE MANIFIESTA EN TODOS LOS PLANOS”.


Sin padre ni madre no hay creación, nada puede existir, todo tiene su padre y su madre, masculino y femenino. Existe en todo ser, el sexo no es más que una mera manifestación del Género, en el Plano Físico. Este principio ha sido tergiversado, practicado erróneamente, confundido con el sexo y prostituido hasta el extremo de hacer daño a la mente, al cuerpo y al espíritu. Se olvidan que la unión de lo positivo con lo negativo, masculino con femenino es el camino de la generación, de la producción. Uno solo es incapaz sin la colaboración del otro. 

En Rahma, se combinan las fuerzas y los géneros, de tal manera, que mujeres y hombres se encuentran trabajando, consigo mismos, y en común-unidad para generar “La Nueva Humanidad”.
La base de esto es la amistad, el diálogo, la comunicación, el desapego, el desinterés, y el espíritu de sacrificio. El Género está en todo. Todo tiene sus principios masculino y femenino.
El Género se manifiesta en todos los planos. La palabra GENERO, se deriva de la raíz latina que significa: concebir, procrear, generar, crear, producir, etc.
Las enseñanzas de las escuelas antiguas, han identificado al principio masculino del género, con lo “positivo”, y al femenino, con lo “negativo”, como en la electricidad, por ejemplo.
Las personas magnéticas, son las que pueden emplear el principio masculino para imprimir ideas sobre los demás. La influencia peculiar que ejerce un hombre sobre otro es debido a la manifestación del Género Mental. En este Principio, está el secreto del magnetismo personal de la fascinación, etc.
En Rahma, podemos generar situaciones, e influencias positivas sobre todos cuantos nos rodean, en la medida que se dé un fortalecimiento a través del trabajo interno, y la canalización de las energías positivas. 
Los Guías de Misión nos dicen, que el séptimo principio nos enseña que todo en el Universo busca su complementación, y que hasta en la dualidad, los opuestos son necesarios para el crecimiento de ambos. Por ello, necesitamos del otro para vernos reflejados en él y así superarnos cada día, logrando la madurez en nuestras vidas.
En este séptimo principio habremos de trabajar LA COMPRENSIÓN, LA TOLERANCIA, EL RESPETO Y EL AMOR.
¿Cómo se puede trabajar la comprensión y la tolerancia?
APRENDIENDO A COMUNICARSE PARA ASI PODERSE ENTENDER Y LOGRAR CON ELLO ACEPTARSE.
Pero preguntarán ¿Y cómo aprendes a comunicarte?
Pues intentándolo, experimentando formas y diversas alternativas, hasta que las barreras desaparezcan y uno aprenda a desnudar su alma, mostrándose tal cual uno es. Para esto no necesitan llegar a ser telépatas, simplemente SERES HUMANOS que intentan SENTIRSE Y HACERSE SENTIR. Además recuerden que lo importante es procurar hacer sentir bien a los demás, tratándolos como uno quisiera ser tratado.

PREGUNTA:

¿Cuándo y cómo podemos trabajar con estos principios?

Ningún principio funciona aislado o independiente de los demás. Por ello, en cada acto de la vida están aplicando todo esto, el asunto es ¿Que tan conscientes lo hacen? Y ¿Qué tan positivamente para ustedes y para los demás?

APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE GENERACION

ARMONIZAR LAS ENERGIAS MASCULINAS Y FEMENINAS.

 

Este principio no tiene que ver con el sexo, el sexo es una de sus manifestaciones. Más allá de nuestro sexo, todos somos portadores de energías masculinas y femeninas, y tenemos que lograr la perfecta conjugación  de éstas para obtener éxito en la vida. El hombre que es muy machista, es decir, que se ha polarizado en el extremo de la energía masculina, tarde o temprano sufrirá por la falta de su lado receptivo, intuitivo o imaginativo. Por otra parte, la mujer muy dependiente o sumisa, polarizada en la energía femenina, también sufrirá por la falta de iniciativa y confianza en sí misma. Sin importar nuestro sexo, cada uno tiene que desarrollar tanto su parte masculina como femenina para sentirse equilibrado.
Debemos recordar que para que exista la electricidad tiene que haber dos polos: el positivo y el negativo. Solamente la combinación de ambos produce la electricidad.
El símbolo del Yin-Yang representa la perfecta armonía entre las energías masculina y femenina. La parte negra simboliza la energía Yin o femenina; la parte blanca es la energía Yang o masculina. De acuerdo con este símbolo, exactamente donde termina la energía femenina comienza la energía masculina, y viceversa. Además, observamos que dentro de la parte negra existe un círculo blanco; esto significa que en el corazón  de la energía femenina existe la energía masculina, y también ocurre lo mismo con la parte blanca. Cada una de ellas necesita de la otra para complementarse y lograr el equilibrio perfecto.
La energía Yin o femenina es la receptiva, creativa, imaginativa y pasiva. La energía Yang o masculina es la dinámica, activa, agresiva, y es la que regula la capacidad de dar.
Es conveniente tener el símbolo Yin-Yang a la vista, en una medalla o cuadro, para que nos recuerde en forma permanente el equilibrio que debemos encontrar.
La energía tiende a complementarse y, por eso, atraemos a nuestras vidas a las personas con la polaridad que nos falta. Cuando una persona es muy tranquila, pasiva o tímida, es muy probable que atraiga a su vida a amigos más agresivos, dinámicos y extrovertidos. Por el contrario, la persona más peleadora siempre busca rodearse de gente más pacífica o sumisa. Cada uno de nosotros atrae la energía que le está faltando.
Pero sabemos que los polos opuestos son iguales en naturaleza; solamente difieren en su grado de manifestación. También hemos estudiado que uno de los objetivos de nuestra vida aquí en el planeta es aprender a armonizar los opuestos. El sentido de atraer a personas o situaciones con la polaridad que nos falta es el de ayudarnos a encontrar la armonización o punto de equilibrio. Cuanto más tímida sea una persona, más extrovertido será quien le atraiga. Aunque al principio esta atracción de opuestos puede generar cierta dependencia entre ambos, con el tiempo cada uno brindará su energía al otro para ayudarlo a encontrar su punto medio.
Quien era más tímido dejará de serlo y quien era más extrovertido aprenderá a medir más sus actos.
La idea no es que cada uno se convierta en un bastón de apoyo para el otro, sino todo lo contrario.
Cuando finalmente una persona encuentra su punto de equilibrio, a la vez comienza a sentir la unidad con el Universo y verdadera paz interior.
En el proceso de la creación, debemos aprender a conjugar estas energías para obtener el resultado que buscamos.
Una persona que tenga mucha facilidad para imaginar y visualizar sus metas (energía femenina), nunca obtendrá resultados si no toma acción en el mundo concreto (energía masculina). Esto también es cierto en el caso contrario. Hay personas que son muy trabajadoras y concretas en su manera de actuar (energía masculina) pero carecen de la porción de fantasía que los puede llevar a renovarse y a inventar algo nuevo (energía femenina).
Cuando notes que alguno de tus deseos no se manifiesta, lo primero que deberás preguntarte es qué energía te está haciendo falta utilizar. Quizá te está haciendo falta emprender una acción dirigida (energía masculina), o quizá no estás listo para aceptar lo bueno que se te presenta (energía femenina).

EL EQUILIBRIO RESPONSABILIDAD/CREATIVIDAD.

 

Busca una posición cómoda para tu cuerpo; puedes permanecer sentado o acostado. Respira profundo tres veces y relaja todos tus músculos. Una vez que te sientas tranquilo, visualiza en tu mente el símbolo del Yin-Yang. Luego, formula la siguiente pregunta a tu Yo Superior: “en una escala del 1 al 100, ¿qué porcentaje está ocupando la parte responsable? Una vez que veas el número en tu mente, procederás a agradecer la respuesta recibida, respirarás profundo otra vez y, finalmente, abrirás los ojos.
Recuerda el número obtenido. Por diferencia, sabrás el porcentaje de la parte creativa.
El equilibrio de estas dos partes es vital para el logro de cualquier empresa. La responsabilidad es la energía Yang. La creatividad es la energía Yin.
Por lo general, en la mayoría de la gente el porcentaje de la parte responsable es muy superior al de la parte creativa. Los casos más extremos llegan al 90% o 95%, lo que reduce su parte creativa a tan sólo un 5% o 10%. Cuando una persona tiene un porcentaje muy alto de responsabilidad, es muy probable que se sienta atrapada en una estructura muy rígida por carecer de la energía opuesta.
La parte creativa es la que nos da nuevas ideas y soluciones a los problemas cotidianos. Por lo tanto, cuanto más alto sea el nivel de responsabilidad, menor será el grado de libertad.
En los adolescentes, el grado de creatividad es generalmente mayor que el de la responsabilidad. Pero cuando el joven ingresa en el mundo de los adultos, los porcentajes varían. Lo ideal es lograr el equilibrio entre estas dos energías igualmente importantes.
El polo de la creatividad se aumenta gracias a las actividades recreativas y de diversión. Para eso, es importante darse tiempo a fin de desarrollar algún pasatiempo, juego, deporte o alguna actividad artística. La concentración en alguna de estas actividades permite a la mente abrirse a un mundo de infinitas posibilidades. De otra manera, el mantenerse en la rutina solamente va a generar más rutina.
La energía creativa está directamente relacionada con el estado de nuestro niño interior. Por tal motivo, es importante tener un espacio para el juego y la diversión en nuestras vidas de adultos. Solamente así podemos acceder al reino de los cielos. En otras palabras, es necesario volverse un poco más “irresponsables” y aprender a jugar más con la vida. Hay que evitar cargarse de responsabilidad ajenas y hacer todo lo necesario para alivianar y simplificar nuestra vida cotidiana. El sacrificio por los demás y las actitudes heroicas pueden llegar a ser muy insatisfactorias porque están dictadas por nuestro ego y no por nuestro espíritu. El ego nos hace creer que hay personas que dependen de nosotros y nos genera una sensación de culpa cuando queremos renunciar a ciertas obligaciones.
Sin embargo, debemos saber que no existe ningún ser en el planeta que esté desamparado de Dios. Aunque veamos gente pobre o niños abandonados, allí también está Dios actuando. Lo hace de una manera que nuestra mente quizá no pueda entender, pero El está allí.
El espíritu nos recuerda que la función que Dios nos ha encomendado es siempre nuestra felicidad. Cuando Dios quiere que ayudemos a alguien, se dan ciertas características o señales: lo que debemos hacer nos resulta fácil, está a nuestro alcance y nos da placer hacerlo. Si no se dan estas condiciones, debemos tener cuidado. Dios no quiere sacrificios. El sacrificarse por los demás corresponde al terreno del ego y, tarde o temprano, el sacrificio se convertirá en reclamo o, peor aún, en resentimiento. Debemos hacer las cosas con amor o no hacerlas.
La falta de agradecimiento o de reconocimiento por parte de los demás es una señal de que estamos dando equivocadamente. La persona malagradecida nos está haciendo el “favor” de recordarnos nuestro error. Cuando recibimos un rechazo a nuestra ayuda, nos están dando la señal de que nos pasamos del límite: es el momento de volver a concentrarnos en nosotros mismos, de retroceder y permitir a la persona que viva sola su experiencia.
Cuando uno estudia los principios universales, aprende la importancia de volverse egoísta en el buen sentido de la palabra. Uno aprende a ponerse siempre en primer lugar, a respetarse a sí mismo, a cuidarse y a permitirse el tiempo necesario para cualquier acción. Porque en definitiva la única manera de ayudar a los demás es ayudándonos a nosotros mismos primero. De nada sirve que nos preocupemos por los problemas de los demás  si aún no hemos resuelto los nuestros. Debemos recordar que “las leyes superiores se imponen sobre las inferiores”; esto significa que cuanto más mejoramos nuestra situación personal, más ayudamos a todos los que nos rodean. 

LAS POSIBILIDADES INFINITAS.

 

No hay creación si no conjugamos correctamente nuestras energías masculinas y femeninas. En nuestra sociedad está muy valorizada la energía Yang o masculina, la que nos inclina a asumir responsabilidades y funcionar dentro de una estructura organizada. Pero cuanto más nos introducimos en esa estructura, más limitamos nuestra capacidad creativa. El estudio del principio de generación nos recuerda nuestra naturaleza creadora y la importancia de desarrollarla para la expresión del espíritu. Fuimos creados a “imagen y semejanza” de nuestro Padre. Dios creó el Universo; por lo tanto, nosotros tenemos la habilidad para crear nuestro propio Universo también.
Para desarrollar la energía creativa Yin, es necesario aprender a jugar con la vida. La creatividad aumenta notablemente cuando nos dedicamos a algún pasatiempo, cuando nos relajamos y disfrutamos del presente, o cuando nos concentramos en el estudio de algo que nos interesa.
La energía Yin es la energía femenina y gobierna la parte izquierda del cuerpo. Si eres diestro, entonces es aconsejable que comiences a usar más tu mano izquierda. Quizás, al principio, te sientas torpe tomando algunos objetos con esta mano; sin embargo, con tiempo y práctica lograrás la misma agilidad que tienes con la mano derecha. Si eres zurdo, comienza a utilizar la otra mano. El utilizar ambas manos implica activar los dos hemisferios cerebrales; en otras palabras, los dos tipos de energía. A las personas que están muy acostumbradas a dar demasiado, siempre les recomiendo como ejercicio cerrar la mano derecha y mover mucho los dedos de la mano izquierda. De esta manera, se activa la energía receptiva Yin y la persona se prepara mejor para recibir.

VEINTIUN DIAS.

 

El principio de generación también puede usarse para crear alguna conducta nueva en tu personalidad. El  proceso de autodefinirse o gestarse a uno mismo no es sencillo; sin embargo, tampoco es imposible. En primer lugar, debes saber que lo que se repite durante veintiún días en forma consecutiva se incorpora a nuestra alma. Aquello nuevo que ensayas se convierte en hábito. Se debe comenzar practicando una cualidad por vez, como, por ejemplo, la paciencia, la perseverancia, ser más ordenado, no criticar, ser más puntual, etc.
Para hacer eficazmente este ejercicio, es necesario utilizar un calendario donde ir marcando los días. Si por algún motivo llegas a saltearte un día, tienes que comenzar de nuevo. La práctica requiere que sean veintiún días consecutivos para que la cualidad se asiente efectivamente en tu conciencia.
La sabiduría de Dios se manifiesta de una manera muy simple. Las grandes verdades son fáciles de entender. Muchas veces no les prestamos atención precisamente porque nos parecen demasiado sencillas. El verdadero saber se manifiesta en el hombre como sentido común, no como una acumulación de información organizada y clasificada. Esto significa que para funcionar bien en la vida no es necesario que todo el mundo estudio los principios universales. Con sólo escucharse a sí misma y seguir los dictados de su conciencia, cada persona puede saber a cada momento qué es lo mejor que puede hacer. Pero el estudiar los principios universales, hace que el viaje en esta vida  sea más consciente y efectivo. El conocimiento es una gran herramienta que está a nuestra disposición.
La vida funciona como una computadora. Cuando sabes tocar las teclas adecuadas, obtienes el resultado que deseas. Los siete principios universales son las teclas principales que debes aprender a oprimir para mejorar tu vida.

 “RAHMA ES AMAR, DIOS ES AMOR, CRISTO ES EL SEÑOR
Y LA MISIÓN ES POR LA HUMANIDAD



EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO

 “TODA CAUSA TIENE SU EFECTO; TODO EFECTO TIENE SU CAUSA; TODO SUCEDE DE ACUERDO CON LA LEY; LA SUERTE NO ES MAS QUE EL NOMBRE QUE SE LE DA A UNA LEY NO CONOCIDA; HAY MUCHOS PLANOS DE CAUSALIDAD, PERO NADA ESCAPA A LA LEY”.


Tú sabes que nada ocurre por casualidad, todo tiene su origen, su causa, su inicio; tú misma presencia acá se debe a una causa, los efectos de esa causa serán posteriores. El efecto es futuro, producto del presente que en un momento será pasado. Los pensamientos que tu mente genera son energía y salen de tu cabeza como vibraciones, como ondas y regresan a ti en el futuro trayéndote lo que has escogido. Lo que quiero decirte es que el obrar, pensar, actuar, sentir positivamente te beneficia grandemente en el futuro que es el efecto generado por tu mente. Haces un bien a alguien o hablas bien de una persona, “eso” sale en vibraciones de colores limpios. ¿Sabes que los pensamientos tienen colores? Esos colores son bellos y atraen correspondientemente vibraciones de ese mismo color que te regresan aumentados en intensidad, en el bien que hiciste o dijiste. Mira !Qué maravilla¡ y eso no es casualidad, es un principio exacta, inmutable como los otros principios. Si siembras amor recogerás amor intensificado en energía positiva; si siembras maldad esta vibración recogerá en su camino más maldad que volverá a ti aumentando su fuerza, en algo desagradable: enfermedad, accidente, etc. Si criticas serás criticado, si dañas a alguien serás dañado o un ser tuyo sufrirá el daño. Todo lo que siembras, que viene ser la causa, da su fruto que es el efecto que tu cosecharas. En general, lo que siembres bueno o malo cosecharás con creces; entonces es conveniente siempre dar todo lo que la vida nos ofrece en sentimientos y acciones. Si somos mal humorados, mezquinos, violentos, egoístas, no podemos esperar sino desgracias y cosas malas en general. Y luego nos quejamos de que DIOS es injusto, realmente que injusto somos con El. No queremos aceptar que nosotros y no otros, somos los únicos causantes de todos los males que nos aquejan, de todas las limitaciones que sufrimos, de todas las desgracias que se nos vienen. Si comprendes este principio, puedes cambiar muchas cosas que te están haciendo daño y tendrás realmente el dominio de tu vida.
En Rahma, hemos aprendido que nosotros podemos causar buenos efectos, esto es poniéndonos conscientemente, y de forma libre, bajo las Leyes Universales. En nosotros esta, la capacidad de programar y crear situaciones futuras, que serán causadas en base a nuestras actuales decisiones y que mejor resultado no tendrán éstas, si se identifican con el Plan Divino. Y, si trabajamos por un mundo Nuevo, por una renovación, el efecto no se hará esperar. Nuestros mismos trabajos de difusión, y preparación de la gente, traerán consecuencias muy positivas, para la realización del Plan Cósmico.
Los maestros obedecen a la Causación de los Planos superiores al que se encuentran, pero prestan su colaboración, para regular y regir en su Propio Plano.
Los Guías de Misión nos dicen, que el sexto principio consiste que todo es consecuencia de las necesidades de nuestro actual aprendizaje y de las decisiones, pensamientos y actos con los que sembramos la vida, así como también por los procesos pendientes de existencias pasadas. Y es que cada vida se nos ofrece como una nueva aventura pero con mayor experiencia. Experiencia alcanzada de otras vidas, que se manifiesta en nuestra particular forma de enfrentar las propuestas que se nos van presentando; todo ello, como parte de un proceso de crecimiento hacia una expansión de conciencia, donde nada es dejado al azar; y donde también, no está dicha nunca la última palabra.
En esto no hay programas individuales o colectivos incompletos, ni programas definitivos e inamovibles. No se han descuidado los detalles pero TODO PUEDE VARIAR. TODO SE PUEDE MODIFICAR PARA BIEN O PARA MAL, dependiendo fundamentalmente de nuestra ACTITUD FRENTE A LA VIDA. Pero eso sí, LA EVOLUCION ES PERSONAL E INTRASFERIBLE, AUNQUE PARADÓJICAMENTE ESTA SOLO SE PUEDE REALIZAR EN PERMANENTE INTERACCION CON LOS DEMAS. LA COSECHA DE NUESTRA VIDA ES PRODUCTO DE LA SIEMBRA DE NUESTRAS ACCIONES.
En este sexto principio se ha de trabajar EL SERVICIO CON DISCERNIMIENTO, BONDAD Y DECISIÓN.

APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO

POR QUE LE OCURREN COSAS MALAS A LA GENTE BUENA.

 

La Ley de causa y efecto opera en forma permanente manifestando aquello que de alguna manera hemos generado. De esto deducimos que haciendo el bien obtendremos el bien, lo cual es correcto. Sin embargo, habrás encontrado que aún haciendo buenas obras se te presentan problemas, y entonces surge la pregunta: ¿Por qué le ocurren cosas malas a la gente buena? La respuesta es muy sencilla: por karma. Aunque una persona sea buena en esta vida, quizás arrastre deudas de su pasado.
El karma une a las personas y las mantiene conectadas a través de las distintas vidas. Esto quiere decir que reencarnamos en grupo, en los cuales vamos intercambiando roles. Es probable que una mujer haya sido madre en una vida y en la siguiente sea hija. Por eso es que algunos hijos tienen una actitud muy autoritaria hacia sus padres, como si los roles estuvieran cambiados. En realidad, esto ocurre cuando el recuerdo de la vida anterior aún está vigente en el cuerpo emocional. Hay amigos que parecen hermanos porque efectivamente lo fueron antes, mientras que hay hermanos que parecen extraños en la familia porque es la primera vez que les toca estar juntos. También hay parientes que parecen ser rivales o enemigos; cuando esto ocurre, el Universo los lleva a nacer bajo la misma sangre como un intento de conciliar sus almas.
No solamente intercambiamos roles cuando reencarnamos, sino que también cambiamos de sexo. Si en esta vida eres hombre, en la próxima serás mujer y viceversa. Además, nacemos dos veces bajo el mismo signo astrológico y, de esta manera, nuestra alma recoge la experiencia completa.
Nos reencontramos con las mismas personas a lo largo de numerosas vidas. En síntesis, si perjudicamos a una persona, es muy probable que en la próxima vida nos toque ser perjudicados por ella. Si como padre has sido muy severo, entonces en el futuro te tocará vivir como hijo el sometimiento de un padre igualmente severo. De esta manera aprendemos y reconocemos lo que hemos hecho antes.
El principio de causa y efecto está operando permanentemente y nadie puede escapar a eso. Tarde o temprano tendremos que reparar el daño que hemos ocasionado. O, por el contrario, recibir con alegría el beneficio de haber hecho bien las cosas en su momento.
A medida que la población del mundo crece, vienen “almas nuevas” a la Tierra. Estas almas vienen de otros planetas con la misión de ayudarnos a elevar nuestra conciencia. De la misma manera, nosotros nos moveremos hacia otro lugar cuando hayamos aprendido todo lo que nos toca aprender aquí. Este es uno de los motivos por los cuales no hay que apurarse en crecer o evolucionar. El crecimiento es infinito y debemos disfrutar de cada paso que damos.

CONTRATOS KARMICOS.

 

Antes de venir al planeta, elegimos tomar un cuerpo físico y seleccionamos voluntariamente las experiencias que estamos dispuestos a experimentar. En ese proceso seleccionamos a nuestros padres, hermanos, futuras parejas, matrimonios, amigos, y demás. Con las personas que nos van a ayudar más eficazmente firmamos un “contrato kármico”. Nos ponemos de acuerdo en lo que cada uno le va a hacer al otro con la intención de enseñar o aprender algo. El proceso de aprendizaje es mutuo y el contrato kármico se firma de común acuerdo. Cuando llegamos a este plano, nos olvidamos de lo firmado y vivimos la experiencia elegida.
Los contratos kármicos son voluntarios e irrevocables; no desaparecen hasta que se cumplen totalmente. Uno los elige con la finalidad de dar un paso adelante muy importante en la evolución personal. Por ejemplo, una mujer puede pedirle a su “futuro esposo” que durante el matrimonio la maltrate; de esta manera, ella reconocerá que tiene muy poco amor propio y deberá aprender a valorarse como mujer. Por otra parte, él acepta que ella le inicie una demanda legal; de esta manera, tendrá que aprender a respetarla y renunciar a su machismo.
Cuando hay un contrato kármico, se percibe una sensación de venganza en una o en ambas personas involucradas. Nos olvidamos de que nosotros mismos hemos elegido vivir la “mala experiencia” para aprender la lección y reparar nuestros errores pasados.
El principio de causa y efecto dice que existen muchos planos de causación, por tal motivo, a veces es muy difícil entender por qué sucede lo que sucede.

EL DRAMA PERSONAL.

 

Según el principio de causa y efecto, todo lo que vivimos es el resultado de nuestros propios actos. Contamos con el poder creador y, a veces, debido al mal uso del mismo, creamos situaciones difíciles o dolorosas; creamos de esta manera nuestro “drama personal”. Según los principios, el drama de toda persona se reduce a la idea de separación de su Fuente (Dios).
Podemos comparar el efecto de la separación con el concepto del “pecado original”. En la Biblia, esto se explica con la imagen de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. La sensación de separación o desconexión de nuestra verdadera Fuente (Dios) es la que genera todos los miedos, las angustias y los problemas mayores. Un ejemplo de esto es la soledad. La soledad no se resuelve teniendo a una persona al lado nuestro; en muchos casos, uno puede llegar a sentirse horriblemente solo aún estando acompañado. La soledad es un problema personal y tiene que ver con la sensación de estar desconectado de nuestro Creador. Solamente reparando esa conexión podemos sentirnos plenos, completos y felices. Curiosamente, muchas iglesias fomentan la idea de separación y no la de unión. Esto se debe a que se basan en las leyes del ego y no en las del espíritu. El miedo más grande que existe es el miedo a Dios, a recibir su condena o castigo, lo cual es totalmente absurdo.
Como conclusión, la idea del karma, o el ciclo de culpa y castigo, fue creado por nuestro ego. Dios no condena ni castiga porque El nos ha creado tal como somos. El sabe que lo que estamos viviendo es como un gran sueño del cual tenemos que despertar. No hay culpas ni culpables; no tenemos nada que pagar ni que hacer pagar a los demás; solamente existe la experiencia.
El proceso de liberación del karma comienza con el reconocimiento de la proyección que hacemos hacia los demás. Es decir que tenemos que empezar a reconocer que no hay culpables fuera de nosotros, sino que, de alguna manera, uno está proyectando el problema hacia fuera. Luego debemos reconocer que tampoco nosotros somos culpables, sino que solamente hemos cometido algunos errores. Finalmente, debemos reparar esos errores corrigiendo nuestra percepción de la vida.
Cuando creamos nuestro ego, cuando surgió la idea de separación, Dios puso en nuestra mente el instrumento necesario para devolvernos la percepción correcta de la vida. Este instrumento es lo que llamamos Yo Superior o Espíritu Santo.
Todos debemos aprender a invocar al guía de nuestro Yo Superior, especialmente en los momentos en que se encuentra en conflicto, para entender lo que está ocurriendo.
La Era de Acuario nos enseña que no somos culpables de nada; tan sólo hemos cometido errores y los errores se corrigen. La parte más perfecta de nuestra mente nos ayuda en este proceso. Para poder evolucionar, debemos desarmar nuestro “drama personal”. Con nuestro drama lo único que hacemos es acaparar la atención de los demás y de esta manera tomamos su energía. Esto significa que cuantos más dramas experimentamos, más robamos la energía de los demás. Pero cuando empezamos a despertar a la vida espiritual, descubrimos que la Fuente de nuestra energía es otra y que la misma es infinita e inagotable; por lo tanto, no necesitamos apropiarnos de la energía ajena.
El proceso del perdón consiste en “desarmar” lo que hemos construido eliminando las culpas que ponemos en otros y en nosotros mismos. De esta manera, comenzamos a sentir la sensación de unidad. Pero mientras exista una sola persona a la que consideremos culpable, nunca encontraremos paz en nuestra vida.
El perdón a uno mismo es, tal vez, uno de los más difíciles de lograr. La autocondenación se da la mayoría de las veces de una manera muy sutil y, a la vez, muy intensa. A veces, sentimos la voz de un juez interno que nos recuerda cuán tontos hemos sido al haber actuado de cierta forma; ese juez no es más que la voz de nuestro propio ego que debemos aprender a callar.
Perdonar no es sinónimo de debilidad. Perdonar no significa permitirles a los demás que vuelvan a hacer lo mismo con uno. Perdonar significa entregar el problema a una autoridad superior a la nuestra, que impondrá Su Justicia y no la que nuestro ego quiere. Perdonar también significa aprender a ponerles límites a los demás y a defender nuestros derechos.    

LA AYUDA A LOS DEMAS.

 

Nunca hay que ayudar a nadie que no nos haya pedido porque la persona puede no estar receptiva a nuestra ayuda. Cuando le hemos hecho un favor a alguien y luego esa persona no nos agradece o se muestra indiferente nos está dando la pauta de que nos hemos equivocado. O bien la persona  no necesitaba de nuestra ayuda o le hemos dado la ayuda equivocada. Esto ocurre cuando intervenimos en la vida de alguien pretendiendo ser su salvador.
Una manera de evitar este error es ofrecer nuestra ayuda a quien pensamos la necesita y, luego, debemos retroceder para dar lugar a que la persona elija. Cuando la persona decide aceptar nuestra ayuda, entonces estará receptiva y sólo así tendremos éxito.
¿Hasta dónde ayudar? Se debe ayudar a los demás hasta el punto en que el equilibrio de nuestra vida personal no se pierda. Si vas a prestar dinero a alguien cercano, deberás prestar solamente una cantidad de tu dinero que no ponga en peligro tu economía personal. De lo contrario, si por prestar dinero dejas de pagar tus cuentas, sólo estás permitiendo que el problema del otro contamine tu vida. En esencia, si quieres que tu ayuda sea siempre efectiva, no deberás perder nunca tu equilibrio personal. Esto nos lleva a la siguiente conclusión: desde el punto de vista metafísico, los sacrificios por los demás no sirven.
En general, los problemas que cada uno de nosotros enfrentamos no son más que errores de conciencia. Existen en nuestra mente ideas equívocas que deben ser corregidas. Estas tienen que ver con la falta de aceptación de lo bueno, con ideas de no merecimiento, con el nivel de la autoestima y con las culpas que arrastramos. Estas últimas son las más poderosas y generan las principales barreras para nuestra felicidad personal. Cuando un objetivo se demora o las cosas que deseo no se dan, es porque todavía tengo que perdonar a alguien o perdonarme a mí mismo. Las enfermedades físicas tienen que ver con la falta de perdón; las deudas y la soledad, también. Siguiendo este concepto, si quieres ayudar a alguien verdaderamente, entonces no sólo tienes que brindar tu ayuda material, sino también el apoyo moral necesario para que la persona se libere de sus culpas y mejore su manera de pensar.

RENUNCIAR AL KARMA.

Debes afirmar de una manera rotunda tu deseo de no seguir sufriendo. Para lograrlo, tienes que decretar lo siguiente: “Renuncio al karma. En este instante, renuncio a cualquier forma de carencia, pensamiento de limitación o error que se aloje en mi conciencia, A partir de hoy, elijo felicidad, prosperidad, salud excelente y una vida muy armoniosa”.
Cada vez que se nos presenta un problema lo primero que se debe hacer es renunciar a él. Cualquier afirmación o decreto que se haga en ese momento tiene que comenzar con la palabra “renuncio”. De esta manera, interrumpes la formación de la crisis. Por ejemplo, puedes decretar: “Renuncio a seguir sufriendo por este problema sentimental. A partir de hoy, encuentro la solución más armoniosa y positiva para ambos”. Si el problema es de dinero, entonces puedes decretar: “Renuncio a mis limitaciones económicas. A partir de hoy el dinero viene fácilmente a mi vida y en abundancia”.

 “RAHMA ES AMAR, DIOS ES AMOR, CRISTO ES EL SEÑOR
Y LA MISIÓN ES POR LA HUMANIDAD

EL PRINCIPIO DE RITMO

“TODO FLUYE Y REFLUYE; TODO TIENE SUS PERIODOS DE AVANCE Y RETROCESO; TODO ASCIENDE Y DESCIENDE; TODO SE MUEVE COMO UN PÉNDULO; LA MEDIDA DE SU MOVIMIENTO HACIA LA DERECHA ES LA MISMA QUE LA DE SU MOVIMIENTO HACIA LA IZQUIERDA; EL RITMO ES LA COMPENSACIÓN”.


Es necesario recordar que todo se mueve para un lado y para otro, en un sentido y en otro, sube y baja, avanza y retrocede, a la derecha luego a la izquierda, es decir tiene un movimiento de vaivén como las aguas del mar.
Habrás observado que muchas veces sin motivo aparente te sientes decaído sin deseos de hacer nada y otros amaneces eufórico, lleno de dinamismo, con deseos de actividad plena ¿Qué sucede? Pues está funcionando este principio como las otras influenciando en nuestros estados de ánimo, sentimientos, estados mentales, etc. Todas actúan al mismo tiempo y afectan de diferente manera a los cuerpos en particular y al Universo en general.
Según este principio todo va y viene, como un péndulo; hay oscilación hacia un polo primero y luego hacia el otro polo.
Nada escapa a este principio, se lo siente en la vida misma, en la historia de naciones que sufren y se levantan, caen y se elevan.
Este es nuestro ritmo más importante nacer y morir, aspirar y expirar. Las galaxias, los planetas, los sistemas, los soles, nacen, llegan a su máxima expresión y así continúan ciclos y ciclos para renacer de nuevo. Todo se repite, nacen, crecen, maduran, decaen y mueren.
Todo se mueve, nada está en reposo; el mar tiene su marea fluye y refluye. Como los otros, este es un principio que garantiza el funcionamiento equilibrado, armónico de todo lo creado.
Mientras no lo conozcamos bien y podamos utilizarlo positivamente jugará con nosotros llevándonos de un lado a otro. Tenemos que aprender a neutralizarlo y manejarlo en nuestro beneficio, que la acción  y reacción sean buenas para nosotros, porque indudablemente actúa en la creación como en la destrucción.
En Rahma, aprendemos a conocer a través de la interiorización, nuestro propio ritmo, conocimiento que nos permitirá controlar y enfrentar situaciones diversas, de la manera más positiva.
También nos permite conocer que a esta etapa de crisis actual, lo sigue otra de paz y armonía, a la cual deberemos llegar habiendo superado nuestras limitaciones.
Los Guías de Misión nos dicen, que el quinto principio nos permite entender que en el proceso de crecimiento, todos habremos de pasar muchas veces de la luz a la oscuridad y viceversa. Se habrá de atravesar por períodos de cambio y de estancamiento.
Y siempre uno precederá al otro, lo que nos hará estar permanentemente en guardia.
El contraste de estados nos enseñará a valorar y a dominar los momentos internos cambiantes, pudiendo desarrollar cada vez un mayor equilibrio o capacidad como para modificar a voluntad la situación, o hacer más llevaderos los momentos difíciles.
Al final cada uno debe llegar a conocer sus propios ritmos internos para dominarlos, llegando con ello a afectar las fluctuaciones del ambiente externo.
En este quinto principio se deberá trabajar LA FE, LA PACIENCIA Y LA ESPERANZA.

APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE RITMO

EL RITMO DEL PLANETA.

 

Según el principio del ritmo, todo en la vida tiene un movimiento pendular. Cuando más lejos ha llegado el péndulo en el polo negativo (tristeza, dolor, sufrimiento, etc.), más se inclinará luego hacia el otro extremo (alegría, éxito, felicidad, etc.). De acuerdo con EL KYBALION, el movimiento siempre comienza en el extremo negativo y nunca al revés. Es decir que si se está viviendo un momento feliz, no significa que luego se va a sufrir. En realidad, el proceso es al revés: si se ha sufrido un gran dolor, la vida luego nos compensa con una gran alegría. El movimiento pendular se reduce en la medida en que nos elevamos espiritualmente y se termina cuando nos hallamos en el terreno del espíritu. Es entonces cuando se alcanza el estado de dicha constante y paz. Cuando uno logra llegar a ese punto, en el cual se puede sentir bien con pareja o sin ella, dinero, familia, y demás, es cuando uno se ha situado sobre el péndulo. Mientras uno oscila emocional o mentalmente es porque todavía está siendo arrastrado por aquél.
El balance puede lograrse en ciertas áreas primero y luego en las demás. Por ejemplo, una persona puede tener solucionada su vida económica pero no su vida afectiva, o viceversa.
El planeta Tierra también tiene su ritmo. No solamente gira en su órbita alrededor del Sol sino que también gira sobre su propio eje. Además, el planeta tiene su ritmo interno, gobernado en gran medida por la influencia de la Luna. De la misma manera en que la Luna produce el aumento o la disminución de las mareas, también produce cambios en el humor de las personas. Básicamente, el movimiento de la Luna muestra dos fases: creciente y decreciente; cada una de ellas dura aproximadamente catorce días. A su vez, estas fases se dividen en cuartos que duran alrededor de siete días.
Se debe saber, que a partir del día en que hay Luna nueva comienza su fase creciente. Mientras la Luna se encuentra en esta fase, el planeta está recibiendo una energía de crecimiento ideal para iniciar cualquier tipo de actividad. Todo lo que se inicia durante este tiempo crecerá con facilidad, especialmente en los siete primeros días. Las personas que quieran que su cabello crezca más rápido y fuerte deben cortárselo en ese momento. En general, esta fase es buena para iniciar negocios, contraer matrimonio, viajar, firmar contratos, cambiar de trabajo, comenzar estudios, mudarse, hacer dieta, empezar a escribir un libro o comenzar cualquier tipo de proyecto o diseño.
Por otra parte, a partir del día de la Luna llena comienza su fase decreciente. Esta fase es ideal para finalizar todo lo iniciado  con anterioridad, especialmente en los siete primeros días. Es el momento de terminar un trabajo incompleto, finalizar algún trámite legal, divorciarse o separarse (de esta manera no se vuelve a la misma persona), regresar de viaje, cerrar una compañía, finalizar un libro o proyecto, renunciar a un puesto, cortarse el cabello para que crezca lentamente, y demás.
De acuerdo con las fases de la Luna podemos identificar el ritmo del planeta y elegir el momento más apropiado para nuestras actividades personales.  

EL FIN DEL ROMANTICISMO.

 

Otra de las manifestaciones del principio del ritmo que encontramos a diario es la música. En esencia, la música es ritmo y tiene su propio movimiento pendular. El tipo de música que uno prefiere denota en gran medida la velocidad del péndulo en el cual uno está oscilando. Si a uno le gusta la música romántica, el péndulo oscilará más lentamente; si uno prefiere la salsa o el rock, estará moviéndose a mucha mayor velocidad.
Hemos aprendido que para programar nuestra mente debemos tener presente lo que hablamos, lo que visualizamos y aquello que sentimos. La música, por lo general, reúne  a estos tres elementos y, en muchos casos, lo hace para expresar dramas o dolor.
Algunos ejemplos de letras dramáticas son:
“NO PODRE VIVIR SIN TU CARIÑO; NO PODRE RESISTIR SIN TU AMOR.....” “VUÉLVEME A QUERER, NO ME LASTIMES....”
“TODA LA VIDA, COLECCIONANDO MIL AMORES, HACIENDO JUEGOS MALABARES, PARA NO AMARTE EN EXCLUSIVA.....”
“QUE SERA DE MI...” “SI TU ME FALTAS…”
“EL MUNDO FUE Y SERA UNA PORQUERIA, YA LO SE....”
Por lo general, cuando uno canta estas canciones repite las palabras con entusiasmos; se visualiza con claridad lo que se está cantando y, finalmente, se pone el condimento más importante: la emoción. En pocas palabras, se están usando todos los ingredientes metafísicos necesarios para manifestar algo. Por lo tanto, si una persona canta “NO SOY NADA SIN TI”, la mente tomará esa frase como una orden y hará todo lo posible para ejecutarla, haciendo que la persona se sienta en la miseria al estar separada de su pareja.
Es probable que a partir del estudio de este principio se termine tu romanticismo y, cada vez que escuches una canción romántica, tengas que usar a menudo la orden: “CANCELADO” para no permitir que lo negativo se grabe en tu cerebro. Si se analiza el contenido de las letras de las canciones que escuchamos a diario, nos daremos cuenta de cómo nos identificamos con los dramas muy fácilmente. En este proceso de evolución personal que hemos elegido debemos hacer un viaje consciente y esto incluye seleccionar cuidadosamente la música que vamos a escuchar. Debemos elegir canciones que sean positivas y que eleven la vibración personal.
Muchos creen que esto es anecdótico; sin embargo, la música reúne todo lo necesario para producir la manifestación. El peligro real existe cuando la persona se identifica con el drama. Al cantarlo, lo afirma con las palabras, lo visualiza claramente y lo siente en lo más profundo de su corazón. Lo más probable es que su drama se haga realidad muy pronto o que se afirme más si ya lo está viviendo. Las canciones que despiertan nostalgia son las que encadenan fuertemente a las personas a su pasado.
La solución que le he encontrado a las canciones románticas muy dramáticas es cantárselas a Dios y nunca a alguien. Si le cantas a Dios: “NO PODRE VIVIR SIN TI” o “TU ERES LA LUZ DE MI VIDA”, estarás afirmando una gran verdad y buscarás unificarte con El. Sin embargo, si se lo cantas a una persona, estarás poniendo el eje de tu vida en ella y todo dependerá de su humor y grado de estabilidad.
La música instrumental también “HABLA” y cuenta historias. Hay ciertas músicas instrumentales que levantan el ánimo y otras que, por el contrario, deprimen.
Cada tema musical tiene su vibración propia. Debemos ser muy cuidadosos y elegir todo lo que nos lleve a elevarnos y a sentir dicha.  

EL EFECTO “SUBIBAJA”.

 

El principio de ritmo también afecta a las relaciones humanas. De acuerdo con el movimiento de nuestro péndulo personal, atraemos personas más positivas o negativas en determinados momentos. Existe un fenómeno, conocido en psicología como el efecto “subibaja”, que afecta a las relaciones más cercanas alterando el equilibrio emocional. Para entenderlo mejor, vamos a estudiarlo a través de un ejemplo concreto: un matrimonio.
Debes visualizar a cada uno de ellos como tanques de agua conectados en su base por una válvula o un caño. De esta manera, vemos como los dos recipientes están conectados entre sí e intercambian su contenido. Cuando el contenido de uno de ellos desciende, aumenta el otro, y viceversa. Este fenómeno de vasos comunicantes ocurre también entre dos personas que están enlazadas emocionalmente. Por lo tanto, todas las emociones que reprime uno de ellos, las expresa el otro.
Continuando con nuestro ejemplo, imagínate que un día la esposa quiere hablar con su esposo de algo importante y él está leyendo el diario cómodamente en la cocina. Ella habla pero el solo murmura algo; en el fondo, se molesta con la interrupción. En vez de expresar su verdadera emoción, la reprime. Súbitamente, ella se siente incómoda y se enoja. Su esposo continúa leyendo el diario y reprimiendo su energía. Todo lo que el reprime, surge del otro lado haciendo que la mujer se enoje aun mas. La represión continúa y pronto llega a su límite. Pero en apariencia, por un lado, el hombre sigue completamente en silencio y, por el otro, su mujer está totalmente fuera de sí. Entonces el hombre dice excusándose: “Pero si yo no dije nada”.
De esta manera se explica porque a veces sentimos emociones ajenas a nosotros mismos o porque llegamos a límites indeseables. A veces, al conocer a una persona nueva, uno empieza a sentir emociones que ya no son propias. Es probable que se sienta el gran deseo de complacer al otro, de brindarle desmedidamente, de estar todo el tiempo solo con aquella persona. Todo esto se debe a la gran necesidad que tiene el otro de recibir; lo está pidiendo con toda intensidad pero sin palabras. En estos casos, surgen preguntas como: “¿Por qué estoy sintiendo esto?”. La persona puede llegar a imaginarse que está viviendo un gran amor y solo está recibiendo toda la neurosis de la otra persona. En esos casos, nos encontramos canalizando la furia, la tristeza, la desolación o la angustia de las personas con las que nos relacionamos. Esto es más cierto aun cuando estas emociones no son lógicas o coherentes con los que nos está ocurriendo en ese momento. Podemos comparar el fenómeno con la contaminación de los tanques; al estar conectados entre sí, uno recibe la parte toxica del otro.
El efecto “subibaja” se continua en los distintos miembros de una familia. Del padre pasa a la madre, de la madre al hijo o hija mayor y así sucesivamente. Este efecto suele incluir también a los animales domésticos. En conclusión, todo lo que reprimen los mayores, lo manifiestan los menores. Esta es la razón por la cual suelen enfermarse los niños en una casa, o algunas mascotas se comportan tan neuróticamente. La represión nunca es buena y termina por explotar.
El problema se detecta cuando uno comienza a perder su propio eje. Uno comienza a darse cuenta de que está haciendo o sintiendo emociones que lo incomodan. Se da una especie de aceleramiento y agotamiento. Debemos recordar que el cuerpo físico siempre nos envía dos mensajes básicos: comodidad o incomodidad. De acuerdo con su mensaje, podemos darnos cuenta de si nos estamos envolviendo en un intercambio de energía favorable o no. Muchas personas tapan este mensaje con un pensamiento inocente como “Él o ella ya va a cambiar” o “El tiempo mejorara la relación”. En síntesis, desde un primer momento sabemos si una persona será favorable o no para nosotros.
La solución a esto es, en principio, ser consciente del efecto “subibaja” y luego buscar neutralizarlo. Para lograrlo, lo más efectivo es la comunicación verbal y la expresión abierta de las emociones. Volviendo al ejemplo anterior de los tanques contenedores, la válvula de escape seria la boca. Cuando uno expresa lo que piensa y siente, libera la energía y se corta el efecto “subibaja”. En casos de enojo, siempre es más saludable discutir y terminar el tema en ese momento, en lugar de reprimirlo.
El principio del ritmo se manifiesta en todas nuestras relaciones y cuando mayor es el grado de intimidad, mas grande es el intercambio de energía que se produce.

 “RAHMA ES AMAR, DIOS ES AMOR, CRISTO ES EL SEÑOR
Y LA MISIÓN ES POR LA HUMANIDAD